viernes, 27 de agosto de 2010

el dia

hoy fue uno de esos días que te pasan caminando por al lado y uno les pregunta, a dónde vas? pero el día no responde porque no tiene la menor idea y uno lo ve irse, sin rumbo, sin sentido.
y te quedás mirando, sentado en un banco de plaza, como se aleja, como se va dejando un vacío insignificante que te molesta adentro, te pica porque sabés que lo tuviste tan cerca como para agarrarle la mano y no dejarlo ir, pero no tuviste el coraje o te ganó la pereza pero el día se fue y no va a volver. vendrá otro día pero el que se fue ya no vuelve y uno se promete que la próxima vez no lo va a dejar ir.
pero al día siguiente te olvidás de tu promesa y todo se repite hasta que algún día te cae la ficha y le gritas de lejos, mientras el día se aleja, que te espere y sin pensarlo te levantas y corres. estás contento porque vas a descubrir a dónde se va el día cuando oscurece

lunes, 9 de agosto de 2010

rutina



odio la rutina porque te hace repetir cada situación, cada día. es como poner el cuerpo en piloto automático sabiendo que nada se va a modificar, aunque cada tanto algo se sale del esquema, te obliga a maniobrar inconscientemente para no chocar contra ese iceberg que está dispuesto a destruirte.
Y lo loco de los icebergs es que no los vemos completamente, o no los queremos ver. Sólo miramos lo que está a la vista, lo que es más fácil de ver, lo que alcanzamos a ver con nuestro propio ego, lo que nuestras coordenadas nos dejan ver.
De eso se trata la rutina, de calcar cada día esperando que nada nos haga sacar las manos del bolsillo para volantear.

y aca estoy, volviendo a ella, lastimosamente atada.