Todo vuelve, como vuelve un bumerang al mismo lugar de donde se fue o un pájaro a la mano de quien le dió de comer.
Volando vuelven los sentimientos que uno creyó haber dejado atrás, atrapados en algún recuerdo del pasado. De un pasado no tan pasado que vuelve a posarse en la memoria de quien lo evoca para revivirle en cada centimétro de su piel las sensaciones que creía haber olvidado. Olvidado un poco por el paso del tiempo y otro poco por decisión.
Tomar la decisión de abandonar un recuerdo, con todo lo que ello implica, no es fácil, requiere mucha voluntad y nunca se logra completamente. No se logra porque siempre hay algo que nos despierta ese sentimiento dormido o ese recuerdo perdido que creíamos haber superado.
Y se confunden recuerdos y sentmientos y uno no sabe si lo que siente es real o es el recuerdo que te seduce hasta mariarte. Y vivís con una nube en tu cabeza que te nubla la vista y tus pensamientos ya no son claros, cualquier cosa es capaz de suceder en tu cerebro, sólo basta que dos neuronas hagan sinapsis.
